Lecturas y CATEQUESIS Justino mp3
1.
En la Confirmación recibimos una fuerza especial para asumir
nuestra responsabilidad y misión como miembros
adultos y activos en la Iglesia.
Para
poder cumplir con nuestra vocación y misión propia al servicio de
la Comunidad, el Espíritu Santo reparte a cada integrante sus
dones:
I
Corintios 12, 4-11.
2.
El Espíritu Santo nos da fuerza para ser testigos de Cristo.
Quien
es confirmado comienza a participar con los demás cristianos en la misión de la Iglesia:
la EVANGELIZACIÓN. El que
antes fue evangelizado, es ahora invitado a proclamar con
todas sus fuerzas el Evangelio de Jesús. La confirmación no es un fin, sino el comienzo de una nueva etapa
de nuestra vida cristiana: hemos de crecer sin cesar. El confirmado está llamado a difundir el mensaje de Cristo con su palabra y sus actitudes, en todas las circunstancias.
Es
un PROFETA que anuncia el plan de Dios y denuncia todo lo que se
opone a un mundo más humano.de nuestra vida cristiana: hemos de crecer sin cesar. El confirmado está llamado a difundir el mensaje de Cristo con su palabra y sus actitudes, en todas las circunstancias.
Ser
"signo de contradicción" al lado de Cristo lo
puede convertir en MÁRTIR. La Confirmación nos
prepara para la lucha. Primero contra la comodidad y el
desorden en nosotros
mismos, y
también contra el mal en la sociedad: opresiones,
injusticias, explotación, pornografía, violencia, aborto.
adulterio, toda clase de egoísmos...
El cristiano luchará para que los derechos del hombre sean respetados en la política, en los sindicatos, en el trabajo y los negocios... En esta lucha pacífica por un mundo más justo podemos contar siempre con lo que el Señor nos prometió: "Ustedes van a recibir una fuerza, la del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos ... hasta los límites de la tierra." (Hechos 1,8)
El cristiano luchará para que los derechos del hombre sean respetados en la política, en los sindicatos, en el trabajo y los negocios... En esta lucha pacífica por un mundo más justo podemos contar siempre con lo que el Señor nos prometió: "Ustedes van a recibir una fuerza, la del Espíritu Santo, que vendrá sobre ustedes, y serán mis testigos ... hasta los límites de la tierra." (Hechos 1,8)
3.
Leamos ahora:
la
parábola del sembrador y la semilla de mostaza Mc.4,
26-34
A)
En las aldeas de Galilea Jesús encontró una
acogida inicial buena, pero a nadie le resultaba muy fácil
creerle cuando anunciaba el Reino de Dios. ¿Por qué? El
hablaba de que estaba llegando el Reino. Pero todos
esperaban algo más espectacular que lo anunciara.
¿Dónde estaban esos signos terribles, extraordinarios, que describían los escritores apocalípticos?
¿Dónde se podía ver a Dios obrando con esas fuerzas poderosas, viniendo a salvar al pueblo?
¿Cómo Jesús decía que el Reino de Dios estaba cerca? Nosotros nos seguimos preguntando ¿dónde está el Reino de Dios?... ¿Vamos a seguir contando cuentos, o lo tomamos en serio.?… Jesús dedicó mucho tiempo a enseñar a la gente a captar la presencia de Dios en lo que veía. Empezó a decir con su lenguaje: La vida es mucho más que lo que se ve.
¿Dónde estaban esos signos terribles, extraordinarios, que describían los escritores apocalípticos?
¿Dónde se podía ver a Dios obrando con esas fuerzas poderosas, viniendo a salvar al pueblo?
¿Cómo Jesús decía que el Reino de Dios estaba cerca? Nosotros nos seguimos preguntando ¿dónde está el Reino de Dios?... ¿Vamos a seguir contando cuentos, o lo tomamos en serio.?… Jesús dedicó mucho tiempo a enseñar a la gente a captar la presencia de Dios en lo que veía. Empezó a decir con su lenguaje: La vida es mucho más que lo que se ve.
Jesús
les muestra los campos de Galilea, y les dice: mientras
nosotros vamos caminando sin ver nada,
algo especial está ocurriendo bajo esta tierra: una
semilla que vive, crece..., algo está ocurriendo. En
su momento ya aparecerá la fuerza salvadora. ¿Será la vida como la veía Jesús?
Jesús
les contó muchas Parábolas. La que más les
desconcertó fue la de la semilla de mostaza:"Con
el Reino de Dios sucede como con el grano de mostaza. Es la más pequeña de todas las semillas, pero cuando cae
en una tierra trabajada, produce un arbusto grande, se
convierte en cobijo para los pájaros".
¿Cómo
podía comparar Jesús el poder soberano de Dios con una
cosa tan pequeña?
B)
A muchos judíos les parecía que había que hacer algo para
forzar los acontecimientos. Dios necesitaba ser ayudado.
Jesús vivió cuando todos
esperaban un vuelco de la situación. En el pueblo pensaban algunos que Dios mismo intervendría. Jesús
se daba cuenta de la impaciencia de los que esperaban el Reino de
Dios.
Les propone esta pequeña parábola, que
podríamos titular así: La
semilla que siembra el labrador.
Con
el Reino de Dios pasa como cuando un hombre echa la semilla en
su tierra. Mientras él se duerme o se levanta, de noche, de
día, la semilla germina, sin que el labrador sepa cómo...Primero
viene una hierba, luego la espiga, y, por fin, el trigo...; cuando el
fruto está maduro, el labrador mete la hoz. Cada
año tenía lugar la cosecha. Nadie sabe muy bien cómo, algo
ocurre misteriosamente...
Eso
mismo sucede con Dios. Está actuando misteriosamente en el
mundo y en la personas.
Pero
hay
que esperar. Lo único que hace el labrador es depositar en
tierra la semilla. El crecimiento de la planta no depende del
campesino. Puede ir a donde quiera. La semilla está
trabajando. Luego vendrá la cosecha.
Jesús les decía: así es el Reino de Dios.No coincide con nuestros esfuerzos o con nuestros nerviosismos. Es un regalo inmensamente superior a todos nuestros afanes y trabajos. Hay algo que está sembrado, y que tenemos que seguir sembrando. Pero no hay que actuar bajo presión, quemando etapas..
Jesús les decía: así es el Reino de Dios.No coincide con nuestros esfuerzos o con nuestros nerviosismos. Es un regalo inmensamente superior a todos nuestros afanes y trabajos. Hay algo que está sembrado, y que tenemos que seguir sembrando. Pero no hay que actuar bajo presión, quemando etapas..
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