37 El servicio de nuestros pastores

Ficha 37: El servicio de nuestros pastores  PADRES   NIÑOS

"Iglesia profética"Catequesis Justino (MP3)

Oración: CHEQUEO DIVINO
    Fui a la clínica del Señor a hacerme una revisión de rutina y constaté que estaba enfermo:
   Cuando Jesús me tomó la presión, vio que estaba bajo de ternura.
   Al medirme la temperatura, el termómetro registró 40º de ansiedad.
   Me hizo un electrocardiograma y el diagnóstico fue que necesitaba varios by-pass de amor, porque mis arterias estaban bloqueadas de soledad y no abastecían a mi corazón vacío.
   Pasé a ortopedia, ya que no podía caminar al lado de mi hermano, y tampoco podía dar un abrazo fraternal porque me había fracturado al tropezar con la envidia. 
   También me encontró miopía, ya que no podía ver más allá de las cosas negativas  de mi prójimo.
   Cuando me quejé de sordera, Jesús me diagnosticó que había dejado de escuchar  su voz cada día.
   Es por esto que hoy Jesús me ha dado una consulta gratuita y gracias a su gran misericordia, prometo que al salir de esta clínica tomaré solamente los medicamentos naturales que me recetó a través de su verdad:
  • Al levantarme, beber un vaso de agradecimiento.
  • Al llegar al trabajo, tomar una cucharada de paz.
  • A cada hora, ingerir un comprimido de paciencia y una copa de humanidad.
  • Al llegar a casa, inyectarme una dosis de amor.
  • Y antes de acostarme, tomar dos cápsulas de conciencia tranquila.
    ¿Qué nos quiere enseñar el relato?
    ¿Cuáles son los medicamentos naturales que receta Jesús?
    En el mundo de hoy: ¿Confiamos que el amor de Jesús por nosotros es tan grande que con él solo basta para vencer todas las adversidades?

¡Seguimos adelante! ¡Vamos a descubrir la presencia del AMIGO que Jesús nos prometió!


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ESCUCHEMOS  LA PALABRA DE DIOS Mateo 11, 25-30.


Dios quiere solucionar nuestros problemas y ayudarnos a vivir de manera decente, pero es necesario que antes hagamos algo: Que nos dejemos amar por Él.

Hacemos un rato de silencio, para que la Palabra de Dios pueda anidar en nuestros corazones...
  1. ¿Qué es lo que Jesús hace por los que están afligidos y agobiados? 
  2. ¿Cuáles son las únicas condiciones para encontrar alivio en Jesús?
  3. ¿Qué significa hoy para nosotros cargar el yugo, suave y liviano, de Jesús? 
  4. Si relacionamos el cuento con el Evangelio, ¿cuál es el mensaje que se nos transmite hoy? Algún propósito concreto…
     Jesús, estamos aquí, Tú conoces nuestros corazones, nuestros sentimientos.
     Nos hace falta tu amor, necesitamos tu alivio, 
son tantos nuestros problemas, las cosas que nos agobian,
los sentimientos que nos destruyen, las tristezas que ahogan nuestras vidas. Señor, ¡ayudanos! ¡Necesitamos de vos!
     Señor, aunque tenemos miedo de cargar tu yugo, aunque no nos animamos a tomar la Cruz,sabemos que es el único camino, 
sabemos que por eso nos llamamos Cristianos, por seguirte en todo.
     Danos valor, danos confianza, que carguemos el yugo suave y liviano, que seamos como vos, humildes y pacientes. 
     Que sepamos hacer todo como vos, en las necesidades ajenas,
en los problemas de nuestra familia, en las tristezas de nuestros vecinos, en el dolor de los que sufren a nuestro lado.
     Padre, quiero ser otro Cristo, quiero cargar sobre mí su Cruz.
Quiero estar crucificado por amor a ti y a los hermanos.
Cargar tu yugo, Señor, es el único camino para ser feliz, para sentirme aliviado, para sentir que mi cansancio desaparece 
y llega la alegría, el entusiasmo por vivir.
     ¡Gracias, Jesús, por la bendición de tu amor!¡Gracias, Jesús, por hacerme cargar tu Cruz, suave y liviana! ¡Gracias, Señor, por aliviar mi vida, por hacerme descansar en vos!
     ¡Gracias, Señor! ¡Gracias, Jesús!

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