CAMINO DE PENTECOSTÉS -segunda semana de pascua

Jesús RESUCITÓ... ¡y está para siempre CON NOSOTROS y EN NOSOTROS!
¡El es NUESTRA LUZ!

¡Y todos nosotros SOMOS SUS AMIGOS!

+ Leemos con los chicos

Recordamos NUESTRA MISIÓN EN EL MUNDO...

Un invernadero es como un galpón grande, casi todo de vidrio o plástico.

Allí crecen plantas y flores, que necesitan mucho cuidado porque el frío,
las heladas y el viento les hacen mal.

Los cristianos no debemos encerrarnos en nuestras casas o comunidades, como si fueran invernaderos, olvidándonos de los problemas que viven otras personas.

Al contrario. Fijate: cada domingo, al terminar la Misa, el sacerdote nos envía a cumplir nuestras tareas en medio de la gente. ¿De qué tareas se trata?

La respuesta es sencilla: en casa, en el campo, en la fábrica, en la oficina, en la escuela, en el comercio, en el taller, y todo lo que podamos hacer en nuestro barrio.

Es necesario que los laicos, es decir, todos los bautizados que no son sacerdotes ni religiosos, nos unamos. Nuestra misión es hacer que las cosas del mundo sean mejores. En todas partes debemos dar testimonio de Jesús.

Para eso El nos necesita. Nosotros los niños, debemos prepararnos para el día de mañana, en que tendremos que poner el hombro.

Por ahora, lo importante es aprender a ser responsables, generosos y trabajadores.

La misión En la última manifestación de Jesús Resucitado a sus discípulos, les dice: Mt. 28,18-20

“Hacer discípulos...” Llevar la Buena Noticia de la Persona y el mensaje de Jesús resucitado, A TODOS, para que la gente viva mejor y más felizmente su condición de HIJOS DE DIOS.
Esto es evangelizar. Esta es la misión esencial de toda la Iglesia, que somos todos...

"Bautícenlos..." El Bautismo es el signo eficaz = SACRAMENTO, de la Alianza espiritual de cada creyente con Jesús Resucitado.

“Enséñenles...” Es la catequesis. Es lo que hacemos en nuestros grupos y en casa con nuestros hijos: aprender a VIVIR LA VIDA NUEVA que Jesús vino a mostrarnos.

Y El está con nosotros para siempre, El es nuestra fuerza, por el Don de su Espíritu Santo.

Oremos ahora unidos por nosotros mismos, por todos los bautizados y por todos los hombres

- Para que escuchemos el Evangelio, lo pongamos en práctica, y demos testimonio de él con valentía... DANOS TU ESPIRITU SANTO.

- Para que nos ayudemos mutuamente con nuestra palabras y nuestro ejemplo,
para crecer como miembros activos de la comunidad...

- Para que todos los bautizados vivamos siempre unidos en la misma fe y el mismo amor...

- Para que todos los hombres conozcan a Jesús y participen de su vida nueva…

Podemos agregar intenciones en voz alta...

HACE DOS MIL AÑOS... 1. Jesús predicó a todo el pueblo de Israel. Algunos lo siguieron y se hicieron sus discípulos. Entre ellos eligió a doce llamándolos a participar de una manera especial en su misión: los apóstoles. Jesús les confió la misión de ser sus testigos en toda la tierra. Después de la Resurrección, empujados por el Espíritu Santo, fueron llevando la Palabra de Jesús a todas partes.

En el libro de los Hechos, vemos cómo comienzan su misión (leamos por ejemplo,

Hechos 1,12-26; 2, 1-4.14): fundaban “Iglesias” (= comunidades cristianas) y las encomendaban a algunos “ancianos” (en griego PRESBITEROS), para que las presidieran en su nombre.

En cada comunidad, se daba mucha importancia a la solidaridad; así nacieron diversos ministerios o servicios, sobre todo el de los DIACONOS.