El domingo celebramos una gran fiesta: LA FIESTA DEL AMOR, la fiesta de DIOS... ayudemos a nuestros hijos a VIVIR LA ALEGRÍA DE SER HIJOS de ese Dios que es puro AMOR desde siempre y PARA SIEMPRE...
Muchas veces, cuando no entendemos alguna cosa, en broma decimos que es más difícil que entender el misterio de la Santísima Trinidad, sin embargo, nada es más cercano a nuestra vida cristiana que este maravilloso dogma. ¿Cuantas veces nos persignamos a lo largo del día?
Decimos - En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
¿Y cada vez que rezamos el Gloria?
Decimos - Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Pero, tal vez no somos muy conscientes de este misterio.
La Santísima Trinidad es el misterio del amor de Dios; del amor más puro y más hermoso del universo. Más aún, es la revelación de un Dios que es el Amor en Persona, según la maravillosa definición que nos hizo san Juan: Dios es Amor (I Jn 4, 8).
Éste es el misterio del amor más bello, el misterio de la Santísima Trinidad: las tres Personas divinas que viven en esa unión íntima e infinita de amor; un amor que es comunión y que se difunde hacia nosotros como donación de todo su Ser. Y quiere que todos nosotros, sus hijos, alcancemos también la plenitud de la vida...¡EN EL AMOR1 ¡Éste es el núcleo del misterio trinitario!
Hagamos esta CATEQUESIS con NUESTROS HIJOS a lo largo de esta semana.... ¡PERO EMPEZANDO YA!
1. Leamos nosotros, primeramente, lo que dice nuestra FICHA:
docs.google.com/document/d/e/2PACX-1vRsX2V_boyMGDN4mkJoqi_NUV1MzdJly7h_5raObNSNz78rvTdaZqvo61QNS8iSfNBc4sFBWbuWoSt8/pub
2. Miremos el siguiente VIDEO.Vimos en el video cómo el Papa Francisco en un documento llamado "Amoris laetitia" (La alegría del amor), reflexiona sobre la familia y la Santísima Trinidad. Nos dice que "La Trinidad es Padre, Hijo y Espíritu de amor. El Dios Trinidad es comunión de amor, y la familia es su reflejo viviente".
Entonces, ¿Cómo pueden nuestras familias, con todas sus imperfecciones y desafíos, ser un vivo reflejo de la Trinidad?
El Papa Francisco reconoce que las familias no caen del Cielo ya completamente formadas, sino que para conseguirlo deben atravesar cada día muchos problemas y retos diarios. Así que, ¿Cómo pueden las familias ser un reflejo de la Santísima Trinidad?
Pensemos en Dios un poco más. A veces, cuando tratamos de comprender cómo Dios puede ser tres y uno al mismo tiempo, nuestro razonamiento tiende a mirar a la Trinidad como un problema matemático. Otras, puede parecer que la Trinidad es un misterio total que sólo puede expresarse a través de figuras abstractas y símbolos.
Pero, como el Papa Francisco recuerda, Dios no es un conjunto de ideas abstractas. Dios - Padre, Hijo y Espíritu Santo - es una comunidad de amor, en la que cada uno ama al otro de un modo perfectamente entregado.
Vimos en el video cómo el Papa Francisco en un documento llamado "Amoris laetitia" (La alegría del amor), reflexiona sobre la familia y la Santísima Trinidad. Nos dice que "La Trinidad es Padre, Hijo y Espíritu de amor. El Dios Trinidad es comunión de amor, y la familia es su reflejo viviente".
Entonces, ¿Cómo pueden nuestras familias, con todas sus imperfecciones y desafíos, ser un vivo reflejo de la Trinidad?
El Papa Francisco reconoce que las familias no caen del Cielo ya completamente formadas, sino que para conseguirlo deben atravesar cada día muchos problemas y retos diarios. Así que, ¿Cómo pueden las familias ser un reflejo de la Santísima Trinidad?
Pensemos en Dios un poco más. A veces, cuando tratamos de comprender cómo Dios puede ser tres y uno al mismo tiempo, nuestro razonamiento tiende a mirar a la Trinidad como un problema matemático. Otras, puede parecer que la Trinidad es un misterio total que sólo puede expresarse a través de figuras abstractas y símbolos.
Pero, como el Papa Francisco recuerda, Dios no es un conjunto de ideas abstractas. Dios - Padre, Hijo y Espíritu Santo - es una comunidad de amor, en la que cada uno ama al otro de un modo perfectamente entregado.
Este flujo de amor de la Trinidad que da vida ha sido descrito como una danza divina.
Como hemos sido creados a imagen de Dios, podemos participar en esta danza, estamos hechos para amar y ser amados. El sueño de Dios para nuestra familia es que reflejemos esta danza con el amor que damos y recibimos.
Cuando el flujo de amor se interrumpe, incluso con los pequeños detalles, las relaciones entre los integrantes de la familia pueden sufrir un deterioro. Por eso el Papa nos enseña que para encontrar la alegría del amor necesitamos reavivar la sencilla práctica de perdonar y dejar pasar.
Si conseguimos hacer las paces al final día, aunque sea con un pequeño gesto o una caricia, la armonía familiar se restaura y el círculo del amor se activa de nuevo.
Como hemos sido creados a imagen de Dios, podemos participar en esta danza, estamos hechos para amar y ser amados. El sueño de Dios para nuestra familia es que reflejemos esta danza con el amor que damos y recibimos.
Cuando el flujo de amor se interrumpe, incluso con los pequeños detalles, las relaciones entre los integrantes de la familia pueden sufrir un deterioro. Por eso el Papa nos enseña que para encontrar la alegría del amor necesitamos reavivar la sencilla práctica de perdonar y dejar pasar.
Si conseguimos hacer las paces al final día, aunque sea con un pequeño gesto o una caricia, la armonía familiar se restaura y el círculo del amor se activa de nuevo.
3. Con los chicos:
Vemos el siguiente video; luego lo repetimos haciendo PAUSA en cada imagen, y comentándola con ellos....
4. Escuchamos atentamente el EVANGELIO del domingo y la explicación que hace el P.Justino en la MISA CELEBRADA HACE TRES AÑOS con las familias de catequesis...
Esto también lo podemos hacer en la CELEBRACION EN CASA el sábado por la tarde o el domingo...
5. Comentamos Jn.3, 16-18 Como estamos creados a imagen de Dios, estamos llamados a vivir "amando". Vemos el siguiente videoEl quiere nuestro bien, y que el pecado no nos esclavice. Por eso, ESPERA NUESTRA RESPUESTA.
Si creemos en el Amor de Dios y morimos en su amistad, Dios nos hará vivir FELICES PARA SIEMPRE CON EL. Eso es el cielo.
Por eso, mientras vivimos aquí, debemos aprender cada día más a AMARNOS COMO PERSONAS.
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